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Jose Luis Pérez González: "O hago un gran Mundial o me voy a casa"

No es fácil llegar a un Mundial de Motociclismo. Pero menos aún mantenerse en él si no tienes el respaldo económico necesario para ello. Esta es la historia de Jose Luis Pérez González, un mallorquín que siempre aprendió rodeado de los mejores y, que ahora, se lo juega a todo o nada en el World SSP300: o ser el mejor o colgar el mono. De momento, está en la pomada para conseguir lo primero.

  • ¿Cuándo empieza tu trayectoria como piloto?

A partir de los cinco años empiezo a montar con un amigo de mi padre. Empecé con una minimoto de una feria y luego ya mi padre me compró una Polini. A mi padre le gustaban las motos, pero fue más cosa mía que de nadie más. A mi para bajarme de la moto me tenían que quitar una rueda y tirarme al suelo como quien dice. Después de la Polini decidió apuntarme a la escuela de Chicho Lorenzo y estuve ahí hasta los 11 años.

  • ¿Cómo funciona la escuela de Chicho?

Chicho te ayuda a que puedas entrenar sin gastarte mucho dinero. Es un gran sitio para entrenar la técnica, sobre todo. Trabajábamos muchísimo el 8, tandas para picarnos un poco entre nosotros, tubo (circuito corto y muy estrecho delimitado por ruedas…) Solíamos entrenar entre dos y tres días por semana.

Chicho es muy bueno en todo lo que hace. Sin ir más lejos, formó a su hijo… y ya sabes lo que ha llegado a ser Jorge. Gracias a Chicho creo que aprendí muchísimo a frenar y a ser mucho más preciso en mis movimientos. Además también nos ponía en situaciones prácticas ya que competíamos en la liga interescuela con algunos cracks como Iker Lecuona, Héctor Garzó, Adrián Huertas, Carlos Tatay, Augusto Fernández…

  • ¿En qué momento os planteásteis dejar la escuela?

Yo quería probar de competir en la interescolar y eso a la escuela de Chicho le suponía mucho dinero ya. Así que pasé primero por la Liga Interescuelas y luego ya decidí ir a la Federación para correr PreMoto4 (2016 y 2017). Más tarde ya empecé con David Salom (2019) en el ESBK (P15). Ese mismo año, con su equipo (DS Junior Team), ya debuto en el Mundial haciendo cuatro Wild Card en el WSSP300.

En ese 2019, llevo a Kawasaki Ninja 400 (hago P14 en la general). Fue bien la temporada. David es una gran persona y también un muy buen entrenador. De ese 2019 recuerdo mi primer GP, que fue aquí en Catalunya… salía desde la P24 y me puse a liderar, pero empezó a llover y me pegué una ostia que no veas… Era la primera vez que tocaba la moto y competía en circuito grande. Tendría que haber llegado al ESBK antes, tanto en 2017 como 2018, pero dos lesiones me alejaron del debut.

  • Tus primeras experiencias en el WorldSBK son como Wild Card con David Salom en ese 2019. ¿Cómo son esas primeras tomas de contacto?

Debuté en el GP de España (Jerez) de 2019, aunque no me fue muy bien. Corrí con el DS Junior Team de David Salom, pero no me pude clasificar para las carreras por tiempo y la carrera de repesca, que por aquel entonces aún se hacía, tampoco me fue muy bien. No conocía el circuito y era mi primera vez cogiendo la Ninja 400 en el Mundial. Cierto es que el nivel de la categoría ahora es mucho más alto, pero no era nada fácil. Justo al siguiente Gran Premio, en Misano, conseguí ser cuarto en la carrera de repesca, lo que me permitió disputar, y también acabar, mi primera carrera oficial en el Mundial (P25).

También disputé tres Grandes Premios más: el de Gran Bretaña, donde me clasifiqué directamente para carrera y conseguí ser P12 en carrera y, por lo tanto, mis primeros puntos como piloto mundialista. Y luego disputé los dos últimos GPs del curso, que fueron Francia y Qatar. En Francia me quedé a nada de conseguir la Pole Position (P4 a 0,5 de Scott Deroue, subcampeón del mundo ese mismo año y el siguiente). Y en carrera me fui al suelo en la última vuelta, cuando luchaba por estar otra vez en zona de puntos. Y en Qatar también me clasifiqué para carrera pero me caí a las primeras de cambio. Se fue al suelo Yuta Okaya, tiró a Omar Bonoli y yo no pude esquivar al italiano y le pasé por encima… por suerte quedó todo en un susto.

  • Y entonces, tras estas primeras experiencias más puntuales, te llega la oportunidad de verdad en 2020. ¿Cómo ocurre?

Empecé a tener un mánager entre 2019 y 2020, cuando paso del DS Racing al Machado Came. Y a raíz de ello me empiezan a orientar mejor, por lo que me acaban ofreciendo esa oferta del equipo de Jakub Smrz para aterrizar en el Mundial de forma interina.

Fue un año muy complicado porque aún funcionaba el formato de Grupo A y Grupo B, con carrera de repesca y tan solo una carrera limpia, por decirlo así. El cambio fue grande, aunque a través de los Wild Card ya habíamos probado un poco la experiencia de salir de España para competir. Eso sí, el salto al Mundial lo hice con la Yamaha R3 de Machado, y noté bastante el cambio respecto a la Ninja 400. Así pues, solo pude clasificarme para la carrera definitiva en dos ocasiones, la primera de ellas Catalunya. En Montmeló me conseguí meter directamente para carrera (P24), sin repesca. Y las carreras las conseguí acabar las dos, pero solo pude ser P22 y P23, aunque en la segunda acabamos bastante cerca de la cabeza de carrera.

Y luego, tras Catalunya, también disputé el Gran Premio de Portugal, en Estoril. Ahí también conseguí meterme directamente en las carreras tras ser P22 en la Qualy. En la carrera 1 quedé el 15º y le gané el mano a mano a Adrián Huertas para sumar un punto. Y en la carrera 2 tuve mala suerte y me caí en la primera vuelta.

  • Tras ese primer año tan difícil, fichas ya por el Accolade Smrz Racing de la mano de Kawasaki con el que aún sigues. Ahí ya demostraste un salto de calidad.

Me fue bien ese año, estuve con Víctor Rodríguez de compañero e hicimos una buena pretemporada. Empezamos bien en Aragón (P19 y P13 de 44 pilotos), pero noté que me faltaba experiencia. Me desconcentraba bastante fácil y me costaba mucho mantenerme en carrera sin cometer errores que me llevaran al suelo. En Misano conseguí la P2 en la Superpole (por detrás de Bahattin Sofuoglu), pero luego en las carreras fui irregular. La recta final fue tensa, porque me lo jugaba todo si quería que me renovaran. Pero fue muy duro, porque en el penúltimo Gran Premio, en Jerez, perdí a un gran amigo como era Dean Berta Viñales. El sábado no pude acabar la carrera y, a raíz de su accidente, me negué a acabar el fin de semana… el equipo lo entendió y el domingo no salí ni a Warm Up ni a carrera.

No quería saber nunca nada más de las motos, pero entonces me cogió Ángel Viñales y me dijo que nos teníamos que reunir con su familia. Y entre todos me convencieron para seguir corriendo. “Tienes que hacerlo por él”, me dijo.

En el último GP, en Portugal, no tenía claro si podía competir. Isaac Viñales hizo un homenaje a Dean Berta justo antes de nuestra carrera y yo estaba muy mal. Pero fui capaz de sobrellevarlo y corrí. En carrera 1 me caí, levanté a moto y, cuando volvía a estar en puntos, me volví a ir al suelo. Cuando acabó la carrera mi mánager me dijo textualmente: “O acabas la carrera 2 o nos vamos para casa definitivamente”. Y bien, fui capaz de cerrar el año con esa P9 que me dio un año más de contrato.

  • ¿Cuándo se forja esa amistad con Dean Berta Viñales?

En 2021, cuando empiezo a entrenar con su tío Ángel. Normalmente usábamos una 90 automática. Y muy de vez en cuando me dejaban una 250 o hacíamos motocross. Realmente le debo mucho a Ángel… mejoré mucho en cuanto al aspecto mental: estaba más concentrado, tenía más aguante, conseguí ser más temperamental… Y encima empecé a hacerme amigo de su sobrino, que era un gran chico. Sinceramente, nos llevábamos genial, nos hacíamos putadas, nos picábamos… aunque luego en pista fuéramos rivales. Pero nos llevábamos súper bien. Tengo el recuerdo del mismo Gran Premio de Jerez donde se nos va… El jueves estuvimos haciendo broma con su abuelo, su hermano, mi mánager… Nos lo pasábamos genial.

- ¿Cómo se sale de un momento tan duro como el que tuviste que vivir tu con su pérdida?

Pues nada, me convencieron pero yo seguía teniendo eso en la cabeza. Nadie me lo podía quitar. Con el tiempo te das cuenta que no queda otra que seguir hacia delante y que toca asimilarlo. Si te digo la verdad, sigo corriendo por él. Le dediqué mi primer podio hace unas semanas en Assen, aunque luego me quitaran esa P3 para dejarme en P4. Para mi sí es un podio. Me quitaron la copa y los puntos, pero lo cuento como mi primer podio y se lo dediqué como se merece.

Sé que es abrir otro melón, pero no entendí por qué me quitaron ese podio. Hubo otro piloto que hizo lo mismo… y no se le sancionó. Resulta que había una bandera amarilla en el último sector y yo cuando llegué a esa zona ya estaba adelantando en paralelo a otro piloto, lo que me imposibilitó ver la bandera. Tuvieron seis vueltas para sancionarme, o incluso dejar la sanción para la carrera del domingo, pero no. Se esperaron a que finalizara la carrera para sancionarme. Mi equipo reclamó ese mismo día pidiendo explicaciones que justificaran por qué a mi sí y a otros no, y no recibimos ni respuesta.

  • En la última carrera sacas billete para disputar el 2022 entero, pero te lesionas y te pierdes la mitad del año. ¿Qué y cuándo pasó?

Hacemos una gran pretemporada con Ángel, la verdad. Pero tuve la mala suerte que en el último test, en marzo, me lesioné. Además fue en el último día de pruebas y en una de las últimas vueltas se me bloqueó la rueda trasera… y me jodí la clavícula y también el fémur (por tres sitios). Me dijeron que la moto había caído encima de mi, pero no me acuerdo porque perdí la conciencia. Y bueno, fueron tres meses de baja porque me tuvieron que operar del fémur. Aún me duele de vez en cuando… Me perdí media temporada. Quizás me podría haber recuperado antes, porque Pedro Acosta se lesionó de lo mismo y en menos de dos meses estaba ya de vuelta, pero claro, en mi casa no tenemos el respaldo que pudo tener él por ejemplo, y no tuve un fisioterapeuta a mi disposición…

  • ¿En qué momento te confirman la renovación para este 2023 si te pasaste la mitad del año pasado lesionado?

Volví en Most. Y lo primero que me dice mi mánager es que igual no corro. Durante todas las carreras que yo estoy de baja, me sustituye Petr Svoboda (actual líder del Mundial) y, como es checo, había dudas de si dejarme fuera o meter una tercera moto para mi en este Gran Premio de la República Checa. Finalmente, el director del equipo me comunica que sí voy a competir y no solo soy más rápido en entrenamientos, sino que quedo delante suyo en las dos carreras; hago P10 y P5. A Svoboda lo mantienen hasta el siguiente GP, que es Francia, y luego finalmente deciden bajarlo a él y dejarme a mi como titular.

- Y tras Most, algo más tranquilo supongo por haber recuperado tu sitio y, además, tu estado de forma, ¿cómo cierras la temporada? ¿Arrastraste molestias?

Molestias tuve durante el resto de la temporada. En Most y Magny Cours sobre todo, porque fueron las más recientes. No supe nada de la renovación hasta llegar al Gran Premio de Catalunya. Y ahí, ya en Barcelona, me quité un peso de encima y conseguir hacer un paso hacia delante, aunque solo pude acabar una de las dos carreras (P5). La renovación tardo en llegar pero llegó. Sí es cierto que una vez ya en Portugal, en el último fin de semana de carreras del año, también me llegó alguna oferta más, pero ninguna mejor que la que me ofrecía mi equipo.

  • Ahora que hemos abierto la veda de los equipos… ¿hay mucha diferencia entre los equipos fuertes de la categoría y los más humildes? Visiblemente solo los escapes parece…

La verdad es que la gran mayoría de las motos son iguales. Solo hay dos o tres equipos que pueden llegar a destacar un poco por encima del resto. Uno es el MTM Kawasaki, que ya ha sido varias veces campeón del mundo tanto en el aspecto individual como en el de equipos, otro te diría el Füsport Kawasaki y este año te diría también el Team 109 Kawasaki. No sé cómo lo trabajan, pero sus dos monturas corren bastante. Todos buscamos sacarle el máximo partido a las motos, pero hay algunos que consiguen sacar alguna pequeña ventaja. Yo, por ejemplo, soy partidario de trabajar más en la aceleración y no tanto en la velocidad punta, pero vaya, la verdad es que todos tenemos prácticamente las mismas prestaciones… ya se ve en carrera.

Sobre los escapes… no hay apenas diferencia. Mi equipo suele tener acceso a todos. La mayoría de equipos probamos todos los sistemas completos y cada uno decide según sus intereses. Pero no influye en exceso siendo motos tan parecidas y de tan poca potencia.

  • ¿Kawasaki, Yamaha o KTM? ¿Cuál es la mejor moto de las tres?

La Kawasaki para mi es la más completa. Pero por ejemplo, si a la KTM le subes un piloto que es muy rápido en solitario, no lo coges. Victor Steeman, que en paz descanse, lo demostró. Y se escapaba incluso con la Ninja 400. La RC 390 acelera muy, muy bien. Pero sí es cierto que en curva no la puedes dejar correr mucho. Ahí la que es muy fuerte es la R3. El paso por curva y las frenadas de la Yamaha no las vas a poder hacer con ninguna de las otras dos.

  • Vale. Vamos con este 2023 que es lo bueno. P4+P4 en Assen y P9+P4 en Catalunya. Estás sexto de la general tras tan solo dos Grandes Premios, ya has conseguido salir desde la primera fila e incluso dominar una combinada de libres. Es tu mejor año sin duda, no?

Sí, la verdad. Creo que ya llevo más puntos que en cualquier temporada… incluso sumando 2019, 2020 y 2021 entre ellas. Lo estoy haciendo bien, sí, pero creo que aún puedo hacerlo mejor. Moto toco muy poco fuera de Gran Premio, y eso me limita bastante, pero es lo que hay. Llevo desde noviembre sin entrenar fuera de la burbuja del WorldSBK. Tengo que trabajar con mi padre y eso me limita muchísimo mi disponibilidad. Ahí es donde se nota la diferencia con muchos otros pilotos… mientras yo tengo que ganarme el pan muchos de mis rivales, seguramente, estén entrenando. Cuando acabo mi jornada sí que es cierto que me voy a hacer el físico con mi preparador Mario Carazo, pero es lo que hay. Si no hay presupuesto, milagros no puedo hacer. Pero nos esforzamos. Y eso este año parece que puede tener recompensa de una vez por todas. Intento ir subiendo de vez en cuando aquí a Catalunya para entrenar con Ángel Viñales, pero viajar me supone un coste que no puedo asumir de forma regular. Y mira que Ángel es buenísimo… porque no me hace pagar por entrenar con él. Pero ni aún así me lo puedo permitir si no es de forma puntual. Me trata como si fuera su hijo. Me llegó a ofrecer que viniera a vivir con él aquí, incluso dándome trabajo. Pero de momento no lo he visto viable… yo quiero estar con mi familia y seguir ayudando a mi padre, que es quién luego lo da todo por viajar conmigo y acompañarme a todos los Grandes Premios. Lo de salir de mi entorno de confianza es algo que siempre me ha costado.

  • Hablando de lo importante, José Luis. ¿Te ves con opciones de pelear por el título o por las primeras posiciones de cara a final de temporada?

La clave está en estar siempre en Top5. Es difícil pero es demasiado importante. De momento solo he fallado en la primera carrera de Montmeló, que solo pude ser P9 pero tuve una Long Lap y un problema con el cartucho de la horquilla delantera que me dificultaba mucho el paso por curva. Pero sí, sí, me veo capaz de lucharlo todo. He venido a ganar el Mundial.

Sinceramente, creo que este va a ser mi último año en el WSSP300. Si no hago algo serio, me voy a tener que ir a mi casa. No tengo dinero, no hay más. Si lo tuviera, otro gallo cantaría. Pero no es el caso. El equipo lo ha dado todo por mi -y lo sigue haciendo- pero esto tiene fecha de caducidad si no hago una gran temporada. Tengo dos opciones: una es ganar el Mundial y demostrar que tengo poderío para subir al WSSP600, y la otra encontrar un sponsor que me ayude mucho económicamente. Pero vaya, ni ganando el Mundial podría subir de categoría sin pagar creo yo. También contemplo el Junior GP, sobre todo ahora que han separado el Europeo de 600 del de Moto2. Sin embargo, el problema siempre es el mismo… no tengo dinero. Nada, cero. Este año hemos conseguido que el equipo me lo pague todo. Pero si no estoy delante, estoy en mi casa. Los patrocinadores son exigentes y esto es lo que hay.

  • ¿Cuesta mucho encontrar patrocinador?

Mucho. Yo no tengo ni uno, todos los patrocinadores que tenemos son del equipo. Poner una pegatina pequeña en el mono o en el carenado de la moto ya cuesta unos miles de euros… y pocos negocios se pueden permitir eso. Sin contar que se arriesgan a que yo no esté delante y no salga mucho en TV… Pero no, no, yo no he podido conseguir patrocinadores por mi cuenta de momento. El Ayuntamiento de mi pueblo, Capdepera, no me puede ayudar mucho.

  • ¿Hay algún piloto que cobre en el Mundial de WSSP300?

No. Yo creo que una de las únicas que ha cobrado siendo piloto del Mundial de 300 ha sido Ana Carrasco por parte de Kawasaki y de sus patrocinadores. Y creo que al año siguiente de ser campeona del mundo… sino igual ni así. Al margen de viajar gratis, pocos pilotos han llegado a tener un sueldo normal, creo yo.

Hay que darle una vuelta a la categoría. Primero, añadiéndole más potencia a las motos. Hay que darle más potencia a las motos para que el nivel del piloto influya más. Y segundo, siendo más exigentes con el reglamento… hay pilotos que se esperan a la curva idónea para adelantarte… pero hay pilotos que no. Siempre hay adelantamientos de un riesgo altísimo y no hay dureza en las sanciones. Por ejemplo, seguro que si volviéramos a los Ride Through cuando las infracciones son más duras, al margen de mantener las Long Lap, la cosa se calmaría.

  • ¿Os da miedo pilotar en esta categoría? ¿Lo habláis entre vosotros todo esto?

No da miedo porque luchamos por lo que nos gusta. Lo que intriga, por decirlo así, es que estás obligado a tener en cuenta que hay factores que no dependen de ti. Somos tantos en grupo que no sabes cuándo alguien puede hacer un movimiento incorrecto. Es demasiado importante estar bien colocado durante toda la carrera, sobre todo al final. Si estás atrás, hay lío. Y eso sí que es más incómodo vivirlo. En la última vuelta, sea cual sea la situación, miedo no hay, pero sí mucho respeto. Nadie tiene culpa de los errores de los demás, pero cuando uno lo comete, se vuelve una cadena. Está todo tan igualado siempre que el límite de cada uno se vuelve borroso y todos somos capaces de todo. En Catalunya, por ejemplo, con el rebufo de meta se pueden llegar a ganar 7 o 8 décimas fácilmente. Es muy difícil escaparse. Pero aunque no nos sirva de nada, pienso que es importante que todos aprendamos a rodar solos.

  • ¿Qué tal la Kove? Te salen oportunidades de todos sitios, eso es buena noticia.

Me propusieron correr en Valencia y les dije que sí sin dudarlo. No estoy rodando apenas… y cuanto más pueda rodar mejor. Es un poco arriesgado bajar del Mundial al ESBK cuando nos estamos jugando cosas… pero tenía ganas de probarla. Además el fin de semana ha salido de 10: he podido ganar las dos mangas de la categoría y seguir con la buena dinámica. En cuanto a la moto, tengo que decir que corre bastante. Tiene buena aceleración, de hecho mejor que la Kawasaki. La veremos pronto haciendo cosas en el #WSSP300.


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